Fobias y Obsesiones

Tanto las fobias como las obsesiones son síntomas, en muchas ocasiones se presentan juntos, es decir dentro del mismo cuadro patológico y/o en la misma persona que lo sufre...

Seis síndromes con nombres de personajes literarios.

Síndrome de Rapunzel: Llamado así en honor a la protagonista de pelo largo de uno de los cuentos de los Hermanos Grimm, hace referencia a un raro trastorno intestinal, del que solo se conocen 25 casos , y que consiste en la...

¿Qué es la Dependencia Emocional?

Sabes que es, o has escuchado hablar de la dependencia emocional. Se podría decir que es una forma de “autoengaño, amor, rutina, compasión, soledad, lástima, inseguridad, bajos niveles de autoestima, y auto-control entre otros”

¿Qué es la personalidad?

La personalidad está formada por una serie de características que utilizamos para describirnos y que se encuentran integradas mediante lo que llamamos el yo o "sí mismo" formando una unidad coherente.

¿Qué son las agnosias?

El término agnosia hace referencia a "ausencia de reconocimiento". Se trata de la incapacidad para llevar a cabo un reconocimiento integral aunque el recuerdo exista en alguna modalidad sensorial o categoría conceptual aisladas.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Introducción a la Psicología del Deporte

El deporte en general representa una de las actividades humanas con más protagonismo social, los medios de comunicación le crean paulatinamente más espacios y la gran mayoría de las personas le presta gran atención independientemente de las diferencias sociales y culturales.

Es muchas veces el lazo que nos une en un sentimiento único, nos representa y nos identifica.
La Psicología del deporte, ciencia relativamente nueva ha ido a través del tiempo integrándose al mundo del deporte y son cada vez más los profesionales que intervienen en equipos deportivos, que trabajan con deportistas e intentan enriquecer el deporte con la ciencia y a la vez se alimenta con los nuevos logros obtenidos.


La intención de éste artículo es dar una idea general de la Psicología del deporte en la actualidad, sus objetivos y diferenciar el rol del Psicólogo especializado en Deporte.

La Psicología del Deporte es una rama de la Psicología como pueden ser Psicología Forense, Clínica, Relaciones Humanas, para lo cual el profesional tiene y debe capacitarse adecuadamente para poder intervenir con todas las herramientas necesarias.
Muchas veces los preconceptos acerca de la Psicología hacen que sea muy difícil, por lo menos en nuestro País, integrarse al ambiente deportivo.

Quisiera dar algunas definiciones de la Psicología del Deporte :

“...Estudio científico de las personas y su conducta en el contexto del deporte y la actividad física...”(R.Weimberg y D. Gould: Fundamentos de Ps.del Deporte y el ejercicio Físico)

“...Aquella ciencia dedicada a estudiar, como, porque y bajo que condiciones los deportistas, los entrenadores y espectadores se comportan en el modo que lo hacen, así como también investigar la mutua influencia entre actividad física y la participación en el Deporte y el bienestar psicofísico, la salud y el desarrollo personal...”(C.Nachon y F. Nascimbene: Introducción a la Ps. del Deporte)

Existen muchas definiciones pero en ninguna se utiliza el término “paciente ” ya que los Psicólogos especializados en deporte no trabajan con pacientes sino con deportistas o equipos deportivos que quieren mejorar su rendimiento o llegar a la alta competencia.
A continuación el cuadro tiene como finalidad separar las aguas a fin de que quede bien delimitada la forma de intervención del Psicólogo Deportivo.

Rol del Psicólogo del Deporte:
  • Se ocupa de la asistencia a deportistas, atletas, equipos, como también asesoramiento a entrenadores y profesores de educación física.
  • El asesoramiento y asistencia se encuentra enfocado a optimizar los recursos personales del deportista y a contribuir en el progreso de la calidad del manejo táctico y de comunicación
  • Se realizan perfiles psicodeportológicos para identificar las variables mentales a potenciar.
  • Se instrumentan técnicas para el entrenamiento de las habilidades mentales: concentración, manejo de estrés, control de ansiedad, miedos confianza entre otras variables a entrenar.
  • El ámbito de trabajo no se limita al consultorio, sino que se extiende al campo mismo de la actividad física: gimnasio, cancha, club etc.
  • El secreto profesional rige del mismo modo que en la práctica clínica. Salvo que con el consentimiento del deportista se intercambie información con el cuerpo técnico con el fin de optimizar las mutuas intervenciones.

Rol del Psicólogo Clínico:

  • Se ocupa de la atención de pacientes: individuales, grupos, parejas, familias, adultos, etc.
  • La asistencia se orienta a las consultas por padecimientos psíquicos (síntomas, quejas, conflictos)
  • Se pueden realizar evaluaciones psicodiagnósticas y/o de personalidad para identificar el cuadro.
  • Se pueden instrumentar diversas técnicas de acuerdo a marco teórico del terapeuta.
  • Los tratamientos en general se desarrollan en consultorio.
  • La práctica clínica está regida por el secreto profesional.

Puede suceder que algún deportista presente problemas que excedan el ámbito deportivo, es aquí donde el Psicólogo deportivo puede intervenir si tiene las herramientas necesarias y el contexto se lo permite, caso contrario lo derivaría a otro profesional.

Si bien gran parte de los que participan del entorno deportivo, llámese deportistas, entrenadores, otros profesionales, periodistas, árbitros etc. consideran de gran importancia el aspecto psicológico es escaso el tiempo y la dedicación a entrenar las habilidades mentales que tienden a mejorar el desempeño deportivo. 

Tanto el cuerpo como la mente desarrollan una interacción, hay muchos ejemplos de esto, tales como experimentar temor y ver cómo ésta percepción se acompaña de sudor, aceleración del pulso cardíaco, etc. , lo cierto aquí es que muchas veces se entrena físicamente y se espera que el resto de las sensaciones se ajusten solas o con el tiempo. El cuerpo y la mente son uno solo. Son un binomio sabiamente relacionado.

La Psicología del deporte nos brinda la posibilidad de entrenar y potenciar nuestras habilidades mentales ocupándose entre otras, de:
  • Concentración: es esencial para alcanzar el máximo nivel para el que cada uno esta capacitado. El elemento principal de la concentración es la capacidad de focalizar la atención sobre la tarea que se está desarrollando sin distraerse con estímulos internos y/o externos.
  • Atención: íntimamente relacionada con la concentración, las distintas demandas deportivas requieren diferentes demandas atencionales, pudiendo ser estas estrechas, amplias, internas o externas según la situación lo requiera.
  • Motivación : Eje fundamental de la vida en general y del deporte y deportista en particular. Motivación como proceso, motivación que permite al deportista participar de su deporte debidamente orientado hacia objetivos y metas determinados y delimitados.
  • Auto Confianza : Es la creencia o el grado de certeza que los individuos poseen acerca de su habilidad para tener éxito en el deporte Es la creencia que se puede realizar satisfactoriamente una conducta deseada, por lo cual es de suma importancia trabajar esta variable.
  • Comunicación: Otra aptitud sumamente importante en la vida y mucho mas aun en el ámbito deportivo. La comunicación es esencial a la hora de trabajar con deportistas, no solo para ellos sino para la optimización del trabajo del entrenador y demás miembros del cuerpo técnico.

Algunas de las herramientas que utilizamos, que entrenamos y que generamos en el deportista para su  autoconocimiento, autodominio y autocontrol son:
  • Autoconocimiento: El deportista debe con el tiempo conocerse en detalle para saber como reaccionar ante determinadas situaciones, o emociones que lo asaltan. Debe poseer básicamente conocimiento de sus respuestas, de la influencia del entorno sobre si, como responde su cuerpo entre otras para poder utilizar adecuadamente alguna herramienta de autocontrol.
  • Relajación: La relajación puede ayudar a eliminar tensiones locales, facilita la recuperación cuando se dispone de poco tiempo de descanso, ayuda a evitar el exceso de tensión muscular, ayuda al comienzo del sueño y reduce el insomnio que puede ser frecuente previa competencia y poscompetencia.
  • Visualización: es una técnica que programa la mente para una tarea, no es magia, requiere práctica sistemática para ser efectiva. Involucra todos los sentidos, aunque “ ver con los ojos de la mente “ es más común, en el deporte todos los sentidos son importantes.
    Es así entonces que  trabaja sobre las aptitudes mentales básicas como la motivación, autoconfianza, autoestima, autopercepción que colaboran con el establecimiento de metas, la autodisciplina en el entrenamiento, la actitud y el pensamiento positivo, establecer estrategias generales de desempeño, entre otras.
Hoy en día los profesionales especializados en ésta área pueden desempeñar su rol de distintas formas:

Investigando: estudiando formas de mejorar el rendimiento en los distintos deportes, la influencia de distintas presiones dentro del contexto deportivo, las consecuencias del estrés sobre el rendimiento y la ejecución deportiva etc.
Enseñando: intentando dar difusión de los avances de la disciplina, mediante cursos, especializaciones, jornadas etc.
Asesorando: a deportistas en forma individual y/o grupos, a entrenadores, preparadores físicos a fin de lograr un aumento en el rendimiento deportivo y entrenamiento. Aquí se rompe con el mito de que los psicólogos del deportes trabajan con deportistas enfermos o con problemas, ya que como dijimos anteriormente básicamente la tarea es de colaborar en el desarrollo de programas de preparación mental en deportistas que tiendan a mejorar sus habilidades o aptitudes mentales.

Durante muchos años la Psicología deportiva ha sido resistida, pero la investigación, los progresos y logros obtenidos con su aplicación en distintos deportes nos crea la posibilidad de introducirnos en varios campos que conforman la escena deportiva.

La Psicología del deporte no funciona como una píldora mágica, la sola inclusión del psicólogo en el medio deportivo no modificará actitudes ni mejorará aptitudes, sino que de la misma manera que se entrenan las habilidades físicas y requieren práctica para lograr un nivel óptimo, las habilidades psicológicas también deben entrenarse de la misma manera.
Es por todo esto que sería oportuno ir incorporando la Psicología del deporte como una herramienta más que enriquezca tanto el desarrollo deportivo como profesional, trabajando interdisciplinariamente para beneficio del deporte en general.

AUTORA: Alejandra Florean
FUENTE: www.psicologosdeldeporte.com

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Fobias y Obsesiones

Imagen: Planetazapping.com

En primer lugar, es necesario hacer una distinción fundamental. Tanto las fobias como las obsesiones son síntomas, en muchas ocasiones se presentan juntos, es decir dentro del mismo cuadro patológico y/o en la misma persona que lo sufre; sin embargo, las obsesiones pertenecen a una estructura clínica definida, la neurosis obsesiva; y en cambio las fobias, no arman una estructura clínica, esto es, que pueden existir fobias, como síntoma en otras estructuras clínicas como la histeria y la psicosis.

También es posible encontrarnos con elementos obsesivos en otras estructuras clínicas como la histeria ( ya que podriamos decir que no existen cuadros clínicos puros).

Esto nos permite argumentar que las obsesiones están plenamente integradas en el cuadro de las neurosis obsesiva.



Empecemos con las fobias. Casi todas las personas han experimentado, a lo largo de su trayectoria vital, temores,. En la infancia, éstos se plantean dentro del propio desarrollo y maduración del niño( pesadillas, animadversión a animales pequeños y grandes ,etc.).


Las fobias tratan de un temor irracional, incontrolable frente a un objeto, situación o personas determinadas, que derivan en un afecto especifico: la angustia. Ante la aparición de ésta, el sujeto plantea una distancia de seguridad, que atempere la misma, o bien la propia evitación del estímulo que suscita la angustia.

Podemos citar dos grupos que se caracterizan por el objeto de la angustia: las fobias de carácter común ( aquellas personas que sienten miedo, muchas veces en demasía, a la soledad, la muerte, la enfermedad, la noche) y las fobias ocasionales, donde la angustia emerge en circunstancias especificas: agorafobia, temor a los espacios abiertos, y la claustrofobia, espacios cerrados. Se diferencian del primer grupo, que éstas últimas no inspiran temor en las personas sanas.

En los últimos años, se añade una nueva sintomatología: fobia social; temor al contacto de relación con las personas, creándose una situación de angustia emergente ante la exposición personal en las relaciones humanas.

En las obsesiones, se trata, por un lado, de representaciones mentales, ideas, que se presentan en la mente de una persona de carácter irrefrenable y, en la mayoría de las veces insoportable. Bien emergen en una proposición de dos términos “ si hago tal cosa, sucederá otra” – ésta segunda parte de la proposición es mortal -, o bien con objetos concretos y cotidianos – sillas, mesas, pomos de puertas, telefonos, almohadas, etc –Y por otra, el estado emotivo: la angustia, la ira, la duda y el remordimiento – la culpa-. La parte importante en las obsesiones es ésta última, la afectiva. Persiste, a pesar de que el motivo asociado pueda variar o transformarse a lo largo del tiempo. Las personas que dudan, lo pueden realizar en muchos elementos o cosas, sin embargo el estado afectivo es el mismo, permanece de forma intacta.

Este estado está justificado, es algo que proviene de la propia historia de la persona con un sello patológico determinado y que se eterniza. Lo que varía en el tiempo, no es el afecto suscitado, sino las ideas asociadas a él. De tal forma que podemos encontrar representaciones mentales que suscitan un afecto de culpa muy intenso, y en cambio no está justificado que deriven en dicho afecto, esto es, podemos tener ideas inocuas asociadas a sentimientos de culpa muy intensos.

Estas ideas son sustitutivas de la original, que sí justifica el afecto concomitante señalado. Estas ideas, representaciones mentales, han sido reprimidas, que no olvidadas, por el sujeto, justamente por lo que suponen para la propia persona. Además, estas sustituciones, desplazamientos en fin, permiten atemperar el monto afectivo resultante porque pueden caer en la racionalización del sujeto y le ayudan a no vivir permanentemente angustiado. Igualmente, para ejercer la defensa contra la angustia, la persona puede desplegar un ritual determinado, que impide que “algo” suceda ( “ si coloco la ropa en este lugar y de esta forma, esto indicará que mañana todo irá bien” ).

Estas ideas o representaciones mentales se postulan a descubrir en un proceso terapéutico. Han sido reprimidas y sustituidas porque son inconciliables para el yo de un sujeto; y en cambio lo que permanece de forma invariable es el carácter insoportable del afecto derivado.

Los ejemplos de obsesiones son los pensamientos negativos, que una y otra vez se imponen al sujeto, sin que la persona pueda hacer “algo” para sustraerse a ellos. Podemos plantear la obsesión como un intento de solución a un temor particular que soporta una persona.

Fuente: http://www.aperturapsicologica.com

Seis síndromes con nombres de personajes literarios

Síndrome de Rapunzel
Imagen: Filmaffinity.com


Llamado así en honor a la protagonista de pelo largo de uno de los cuentos de los Hermanos Grimm, hace referencia a un raro trastorno intestinal, del que solo se conocen 25 casos , y que consiste en consiste en la formación de una cola de pelo extendida desde estómago hacia intestino. ocurre en pacientes mujeres jóvenes y niñas, con un trastorno de la personalidad, y suele causar tricofagia (ingesta compulsiva de cabello). 

Síndrome de Huckleberry Finn



Bautizado como el personaje de la obra de Mark Twain “Las Aventuras de Hucckleberry Finn”, este síndrome psicológico se caracteriza por la tendencia a eludir responsabilidades como niño, y a cambiar con frecuencia de trabajo al llegar a la vida adulta. Los expertos aseguran que es un mecanismo de defensa ligado al rechazo parenta, una baja autoestima y síntomas de depresión en un sujeto inteligente. 

Síndrome de Otelo



También conocido como delirio celotípico o celos patológicos, se trata de un trastorno delirante caracterizado por una preocupación excesiva e irracional sobre la infidelidad de la pareja. El paciente, normalmente un hombre, está absolutamente convencido de que su pareja le es infiel sin que exista motivo real que lo justifique. Se trata de una auténtica encarnación de la actitud y pensamientos de Otelo hacia Desdémona en la célebre obra de William Shakespeare.

Síndrome de Pollyanna



Denominado así en referencia a la protagonista de una novela juvenil escrita por la norteamericana Eleanor H. Porter y publicada en el año 1913, hace referencia a la excesiva idealización de las situaciones y experiencias, así como al exceso de amabilidad y a la tendencia a ver solo el lado bueno de las cosas. En otras palabras, se podría describir como un optimismo enfermizo y no ligado a los acontecimientos de la realidad.

Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas



Los pacientes que sufren este trastorno perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal -que les hacen sentirse más grandes o más pequeños- y del transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras). Los científicos sospechan que el escritor Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir este trastorno, de forma que las raras experiencias de la joven Alicia que protagonizaba sus historias fueran bien conocidas por su creador. 

Síndrome de Madame Bovary 



También conocido como bovarismo, se define como un estado de insatisfacción crónica de una persona, en planos afectivos y sociales, producido por el contraste entre sus ilusiones –marcadas por cierta imaginación y romanticismo- y la realidad, que suele frustrar las ambiciones vanas y desmesuradas. El término fue utilizado por primera vez por el filósofo francés Jules de Gaultier y alude a la novela Madame Bovary de Gustave Flaubert, en concreto a la figura de su protagonista, Emma Bovary.



Autora: Elena Sanz

Fuente: www.muyinteresante.es

¿Qué es Dependencia Emocional?


Sabes que es, o has escuchado hablar de la dependencia emocional.  Se podría decir que es una forma de “autoengaño, amor, rutina, compasión, soledad, lástima, inseguridad, bajos niveles de autoestima, y auto-control entre otros”
En el planeta tierra, pareciera que son muchísimas las personas que dependen de otra y casi ni se dan cuenta, más bien se trata de acicalar esta situación. Asimismo, infiero que son muchas las personas que dependen emocionalmente de su pareja y no son conscientes de ello. Darse cuenta y poner remedio puede ahorrar muchos sufrimientos futuros.
Imagen: Jubiladosactivos.net
Según Walter Riso, la dependencia emocional en la pareja puede equipararse con el concepto “adicción al amor”.  Derivo son muchas las personas que tienen la necesidad de tener una pareja y si la relación fracasa buscan rápidamente otra relación amorosa,  pero un clavo casi nunca saca otro clavo, más bien, casi siempre quedan los dos adentro. 
La adicción al amor ,(dependencia emocional) como cualquier otra adicción, hace que la vida de la persona adicta gire en torno al objeto amado (la pareja). Su bienestar personal estará en función de la satisfacción que le produzca su cónyuge, buscará continuamente estar en su presencia y sufrirá cuando no está cerca de ella. Las rupturas amorosas las vivirán como un gran trauma, y tendrán la necesidad irrefrenable de recuperar la relación o buscar una nueva pareja.
¿Cómo puede usted saber si es emocionalmente dependiente o si puede llegar a serlo en algún momento de su vida?
Algunas de las características que se podrían percibir en las personas con dependencia emocional serían las siguientes:
Niveles bajos de autoestima. Las personas emocionalmente dependientes tienen un bajo auto-concepto por lo tanto los niveles de autoestima son muy bajos.
Necesidad de aprobación. Para las personas que tienen una necesidad imperante de aprobación,  están pendientes de que los y las demás le aprueben, si esto no ocurre lo perciben como algo negativo, por tanto esa falta de aprobación influirá de una manera decisiva en cómo se percibirán a si mismas
Miedo a la soledad (abandono). Estas personas tienen el pensamiento de que si alguien decide terminar una relación de amistad, pareja, entre otros, no lograran encontrar a nadie más que les comprenda y que pueda sustituir, entonces perciben el abandono como algo, horrible, insoportable e intolerable.
Quedar bien. Estas personas anteponen las necesidades de las demás a las suyas propias, casi nunca expresan opiniones personales contrarias al resto, mucho menos reclaman o exigen sus derechos, simplemente se dejan guiar por lo que creen que las demás personas esperan de ellas, de esta manera piensan que consiguen el cariño y la aprobación que tanto necesitan.  Hacen todo lo  que su cónyuge o la persona de la que dependen les pida, creen que el estar de acuerdo con los y las  demás les concede valor, y serán merecedoras de su cariño y amistad.
Ya se habrán dado cuenta que las personas que viven en dependencia emocional poseen una serie de características con un objetivo común, sentirse queridas, razón por la que,  puede que busquen pareja continuamente en el caso de no tener, y harán todo lo que este a su alcance por mantener a su pareja, si la tienen; ya que tener una relación amorosa es lo más deseado para estas personas.
A continuación detallo algunos de los comportamientos más apreciables en las personas con dependencia emocional.
Excesiva ilusión: Al inicio de una relación amorosa o ante el intento de que suceda estas personas muestras una gran euforia, delirio y sobre generalización,  refieren que es lo mejor que les ha sucedido en la vida.
Control: Necesidad imperiosa por vigilar a su pareja, llamadas constantes con el fin de fiscalizar y  saber que está haciendo su cónyuge.
Demandas: Suplicas de una relación exclusiva, no quiere y no le gusta que su pareja tenga otras relaciones de amistad o laboral, algunas veces incluso no le gusta que su cónyuge visite o se relacione con los hijos o hijas de la ex-pareja por miedo a perderle.
Exigencias.  Requerirá atención excesiva, utilizará cualquier excusa para mantener cerca al ser amado.
Sacrificio. Hará cualquier cosa para mantener el amor y la atención de la persona de la que depende emocionalmente, creerá que las necesidades de su cónyuge son más importantes que las suyas.
Sufrimiento: Vivirá la discordia como algo excesivamente traumático y doloroso; y una vez aceptada la ruptura, buscará rápidamente una nueva persona.
Se podría decir que el error de las personas que padecen de dependencia emocional, es que piensen que sometiéndose a la persona o personas de las que dependen, mantendrán el cariño que necesitan. Sin embargo, la evidencia ha determinado que debido a su comportamiento estas personas podrían producir un efecto contrario.
Si bien el amor es la mejor emoción positiva y en ella se sustenta  todo lo que rodea, deja de ser amor en el momento que pasa a ser dependencia: “se actúa a expensas  de cómo el otro, o la otra actúe o sienta y  en función de cómo  quiere que se  haga, por lo que ambas partes  salen perjudicados emocionalmente”.
¿Cómo saber si sufres de dependencia emocional?
Hay toda una serie de características que se dan en una persona con dependencia emocional, no tienen porque darse todas pero al menos si crees que tienes cinco de las que expondré a continuación, podría ser que estés a punto de sufrirla.
Das más que tu pareja. ¿Tienes la sensación de que  están dando más que tu cónyuge. Sientes que no recibes lo que da?
Entiendes el amor como un sufrimiento. ¿Lloras constantemente por sentir que los demás sólo piensan en si mismos sin tener en cuenta las emociones y sentimientos tuyos y la gran capacidad de amor que tienes?
Tendencia a infravalorarse. ¿Piensas que no vales lo suficiente y que no estás preparada para cambiar? ¿Te ves siempre como lo peor y a eso achacas el que no te quieran como tú quisieras?
Los conflictos son continuos. Dado el malestar que vives,  ¿provocas constantes conflictos por miedo al abandono o el rechazo, obteniendo el efecto totalmente contrario a lo que esperabas?
Vives en una discusión perpetua con los demás y consigo mismo. El miedo te  provoca discutir y tras la discusión  te embarga el sentimiento de culpa por haber dicho lo  que dijiste, lo que  te provoca agotamiento y desesperanza. ¿Tienes tendencia a imaginar situaciones no reales donde tú siempre eres la víctima del desamor?
Idealización sobre la persona objeto de la dependencia. ¿Tiendes a crear una imagen de la persona, sobre la que recae tu dependencia, distorsionada?  ¿Idealizas lo que es, como actúa y lo que se espera de el o ella? Posteriormente cuando la persona no cumple con esta idealización tuya es cuando empiezan las frustraciones.
Se rodean de personas con problemas. Con el fin de sentirse algo querido/a, ¿tiendes a ayudar a personas que lo necesitan y esto hace que te sientas merecedor/a de  confianza? Lejos de sentirte bien,  con el tiempo ¿ves esta ayuda como una obligación por lo que se convierte en un malestar más para ti?
Pretendes cambiar a las demás personas. ¿Te percibes como merecedor/a de otro trato?  ¿pretendes cambiar la forma de actuar y pensar de la otra persona? ¿ Dices a los y las  demás como tienen que ser para ser felices, desde tu punto de vista, claro está?
Te sientes sola y solo. Aunque estés rodeado y rodeada de gente  ¿te sientes siempre solo/a e incomprendido/a?
Necesitas tener pareja. En búsqueda de ese amor correspondido tal cual lo esperas, ¿no se imagina su vida sin una pareja y eso le hace infeliz?  ¿No eres capa de reorganizar tu vida sin nadie?
Como se puede apreciar son personas que viven constantemente en un malestar emocional. Sienten miedo, tristeza, desamparo, desconfianza,  entre otros. La única manera de revertir esta situación es trabajando la autoestima, es decir,  empoderándose.
Peligros que podrían enfrentar las personas con dependencia emocional
Muchas de las relaciones actuales se asientan en luchas de poder, donde uno cede y el otro tiene el carácter dominante. Por ello, es difícil establecer el límite entre amar demasiado o no.  No obstante, este modo vincular tiende a agravarse con el tiempo. Si no se identifica la adicción a las personas, se corre el riesgo de caer en profundas depresiones o ansiedades con consecuencias fatales para la vida de la persona con dependencia.
Hay muchos síntomas que se  podrían destacan sobre otros y caracterizan a quienes padecen de una dependencia emocional o adicción al amor.  Entre ellas podrían mencionarse las siguientes:
1. Debido al terrible miedo al abandono, se accede a cualquier cosa con tal de continuar en la relación. 
2. Se pretende cambiar, mediante el amor, a la otra persona. 
3. Otros
Bibliografía
  • Riso, W. (2008) Amar o Depender. Colombia. Grupo Editorial Norma
  • Riso, W. (2008) Ama y no Sufras. Colombia. Grupo Editorial Norma
  • Riso, W. (2008) Cuestión de Dignidad.  Aprenda a decir NO y gane autoestima siendo asertivo. Colombia. Grupo Editorial Norma

¿Qué es la personalidad?

Definición


La personalidad está formada por una serie de características que utilizamos para describirnos y que se encuentran integradas mediante lo que llamamos el yo o "sí mismo" formando una unidad coherente.

Entre estas características se encuentra lo que en psicología se denominan rasgos (como agresividad, sumisión, sociabilidad, sensibilidad...); conjuntos de rasgos (como extroversión o introversión), y otros aspectos que las personas utilizan para describirse, como sus deseos, motivaciones, emociones, sentimientos y mecanismos para afrontar la vida.


Imagen de saludmentesana.com
Es decir, la personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad.


La personalidad a través del tiempo. Estabilidad y cambio

En buena parte, la personalidad está determinada por los genes, que nos proporcionan una gran variedad de predisposiciones. Pero el ambiente y las experiencias de la vida (padres, sociedad, amistades, cultura, etc.) se ocupan de moldear todas esas posibilidades en una dirección u otra. Por tanto, aunque podamos cambiar nuestra forma de ser, lo hacemos en base a esas características de personalidad con las que hemos venido al mundo.

Generalmente, existe una tendencia a comportarse a través del tiempo de una forma determinada, pero esto no quiere decir que una persona se comporte de ese modo en todos los casos. Por ejemplo, si decimos que una persona es introvertida, significa que lo es la mayor parte del tiempo, pero no en todas las ocasiones. Los estados de ánimo influyen también en el comportamiento, de modo que una persona puede variar en función de sus cambios de humor. Sin embargo, y como veremos más adelante, esta variabilidad es un indicio de buena salud psicológica (siempre que no sea extrema), ya que indica la existencia de una personalidad flexible, capaz de adaptarse a distintas situaciones.


La personalidad sana

La personalidad psicológicamente sana y equilibrada tiene las siguientes características:

  • Es flexible. Se trata de personas que saben reaccionar ante las situaciones y ante los demás de diversas formas. Es decir, poseen un repertorio amplio de conductas y utilizan una u otra para adaptarse a las exigencias de la vida, en vez de comportarse de un modo rígido e inflexible.
  • Lleva una vida más variada, realizando diversas actividades, en vez de centrar su vida alrededor de un mismo tema.
  • Es capaz de tolerar las situaciones de presión y enfrentarse a ellas y no se viene abajo ante las dificultades y contratiempos.
  • Su forma de verse a sí misma, al mundo y a los demás se ajusta bastante a la realidad.

Nuestro concepto de nosotros mismos

Un aspecto muy importante de nuestra personalidad es la forma en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Dos personas diferentes pueden interpretar la realidad de forma distinta. Al observar un bosque a lo lejos ambas coincidirán en que allí hay árboles y montañas, pero mientras una de ellas puede ver un lugar lleno de peligro, la otra puede estar viendo un paraíso en el que le gustaría perderse durante varios días.

Las personas reaccionan al mundo de acuerdo a su modo de percibirlo. La personalidad determina ese modo de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos, pero, al mismo tiempo, la manera de vernos a nosotros mismos influye en nuestra personalidad. Por ejemplo, si varias personas le dicen a un niño que es muy inteligente, es muy probable que piense de sí mismo que lo es, mientras que si le dicen lo contrario llegará a considerarse una persona poco inteligente. Esto es debido a que es difícil comprobar si somos o no inteligentes (mientras que es bastante fácil comprobar, por ejemplo, la fuerza física). Por este motivo, muchas veces recurrimos a los demás para definirnos, basándonos en la opinión que otros tienen de nosotros. En otras ocasiones nos describimos tomando a los demás como punto de referencia. Si alguien nos dice "soy un dormilón", lo que nos está diciendo es que duerme más horas que la mayoría de las personas.


La percepción de nosotros mismos y de los demás suele estar relacionada. Por ejemplo, a veces atribuimos a los demás rasgos de personalidad que nos pertenecen a nosotros, porque de ese modo nos resultan más fáciles de entender y porque en ocasiones los conocimientos que tenemos para explicar las causas de nuestra conducta son los únicos de los que disponemos. Es decir, si yo hago tal cosa, lo haría por el motivo X; por tanto, esta persona lo ha hecho por el mismo motivo (por supuesto, esto no tiene por qué ser cierto). Por eso, cuando alguien cambia su autoconcepto cambia también el modo que tiene de ver a las demás personas.


Cuando autoconcepto y realidad no coinciden

Es normal que haya cierta distorsión entre autoconcepto y realidad. Algunas personas se ven como más o menos capaces de lo que son. Pero cuando este desajuste es muy grande se produce una psicopatología.

Supongamos que una persona se considera a sí misma como alguien capaz de mantener la calma en situaciones tensas. Si se declara un incendio y se bloquea, siendo incapaz de reaccionar adecuadamente y poniéndose excesivamente nerviosa, habrá una incongruencia bastante grande entre su autoconcepto y la realidad, debido a que su comportamiento no ha estado de acuerdo con dicho autoconcepto. Cuando se produce este tipo de incongruencia (llamada disonancia), resulta intolerable y tratamos de eliminarla inmediatamente. Esto se consigue de dos formas: 1) cambiando el autoconcepto para ajustarlo a la realidad, o 2) distorsionando la realidad para adaptarla al autoconcepto. En este segundo caso podría producirse un trastorno psicológico.


Por tanto, para evitar que se den estas disonancias, tratamos de comportarnos siempre de acuerdo con nuestro autoconcepto. De este modo, si pensamos algo de nosotros mismo, nos comportamos de acuerdo con eso, tanto si es positivo como si es negativo. Por ejemplo, si alguien se considera agresivo, se sentirá incómodo al comportarse de forma cariñosa, porque crea una incongruencia con su autoconcepto. Esto puede hacer difícil el cambio, pero no imposible.

Psicopatología y trastornos de personalidad

Como hemos visto, las personas que se resisten a ajustar su autoconcepto a la realidad tienen mayor probabilidades de padecer algún tipo de psicopatología. Una forma de ser demasiado rígida e inflexible está menos dispuesta a hacer dichos ajustes. De este modo, vemos cómo la personalidad ejerce una gran influencia en la existencia de problemas emocionales. De hecho, la mayoría de las personas con trastornos psicológicos tienen dificultades cuyo origen está, al menos en parte, en ciertas características de su personalidad. La forma que tenemos de vernos a nosotros mismos, al mundo y a los demás puede estar produciéndonos problemas y sufrimiento.

Las personas deprimidas, por ejemplo, se ven como individuos sin valor a los que nadie quiere; interpretan comportamientos neutros como rechazo, desprecio, etc. Suelen dar gran énfasis a los acontecimientos negativos y casi excluyen los positivos.


 Los trastornos de personalidad son exageraciones de formas de ser normales. La persona altruista, por ejemplo, puede convertirse en mártir y derrotista si su entrega a los demás se hace demasiado exagerada. Las personas muy seguras de sí mismas, con gran confianza y autoestima alta pueden acabar siendo unos narcisistas si estos rasgos se exageran hasta desvincularse de la realidad. La persona vigilante y suspicaz a quien no se le escapa detalle alguno y a quien nadie logra engañar, puede transformarse en un paranoico, etc.


Psicoterapia y desarrollo personal

El desarrollo personal consiste en potenciar nuestras propias aptitudes de acuerdo con nuestra forma de ser; aprender a utilizar esas cualidades de forma constructiva y equilibrar los distintos aspectos de uno mismo de forma que trabajen al unísono y no de manera contradictoria.

Un aspecto importante de la psicoterapia consiste en ayudar a las personas a conocer el concepto que tienen de sí mismas, observar objetivamente la realidad y ajustar ambas cosas de manera que no se den incongruencias. La terapia produciría un cambio en el autoconcepto que diese lugar a un cambio en el comportamiento. Es decir, consiste en cambiar las representaciones inexactas del autoconcepto y de la realidad, sustituyéndolas por otras más apropiadas y realistas. Esto se logra mediante la Terapia Raciona Emotiva, la cual puede utilizarse tanto para el desarrollo personal como para tratar la psicopatología o para hacer ambas cosas al mismo tiempo.

Fuente: http://www.cepvi.com



martes, 20 de noviembre de 2012

¿Qué son las agnosias?



El término agnosia hace referencia a "ausencia de reconocimiento". Se trata de la incapacidad para llevar a cabo un reconocimiento integral aunque el recuerdo exista en alguna modalidad sensorial o categoría conceptual aisladas.

El agnóstico identifica las propiedades (visuales, táctiles o auditivas) pero luego no lo reconoce como tal.

Suele suceder solo en una modalidad sensorial (el agnóstico es capaz de reconocer al tacto que tiene un libro en sus manos pero no ocurre lo mismo al verlo).

Existen distintos tipos de agnosia.

  • Agnosias Visuales: Son incapaces de reconocer los objetos que se les presentan en la modalidad visual. Por ejemplo, no son capaces de decir que es una "mesa" pero relatan que están viendo un tablón de madera que se sustenta sobre 4 palos, por ejemplo. El cerebro no sabe interpretar lo que ven los ojos del paciente. 
    Existe la denominada simultagnosia, en el que el paciente es capaz de reconocer los objetos de forma aislada pero es incapaz de ponerlos en relación. Por ejemplo, puede ver a una mujer extendiendo un mantel sobre una mesa, pero no identifica esa acción como "poner la mesa".

  • Agnosias táctiles: Incapacidad de reconocer objetos por el tacto, a pesar de no existir ningún déficit o anomalía sensoperceptiva (también agnosia táctil, estereognosia o asterognosia).

  • Agnosias corporales: Incapacidad para identificar o reconocer la totalidad del propio cuerpo (somatognosia), la mitad lateral (hemisomatognosia) o sólo una parte del cuerpo (autopagnosia).

  • Agnosias auditivas: Incapacidad para entender el lenguaje normal (sordera verbal) o reconocer una serie de sonidos con música (amusia sensorial), a pesar de no existir ningún déficit o anomalía sensoperceptiva.

  • Agnosias motoras: Dificultad para recordar o memorizar esquemas motores (también se conocen como apraxias).


  • Autora: Cristina Roda Rivera
    Fuente: http://www.psicologia-online.com